sábado, 16 de octubre de 2010

Introducción





La lectura es, aún hoy, en los albores del Siglo XXI, la puerta privilegiada de acceso al conocimiento. La cultura humana, construida durante miles de años, está consignada en textos escritos, cada vez más numerosos y diversos, almacenados en nuestros días en complejos dispositivos tecnológicos que han derivado en el auge reciente de la nanotecnología, ciencia cuyo nombre apenas acaba de incluirse en la vigésimo tercera edición del Diccionario de la Real Academia Española

La lectura es un proceso comunicativo complejo de interacción entre los textos y el lector. Este proceso da lugar a la apropiación de la información, y a la vez establece una relación entre esta y su educación, su experiencia personal y normalmente algunos conocimientos específicos de los temas y los textos escritos. A su vez, el lector aporta sus potencialidades lingüísticas incluyendo el conocimiento de determinadas palabras (léxico), que se colocan de acuerdo con el sistema lingüístico para formar oraciones (sintaxis), y patrones retóricos y convenciones lingüísticas que caracterizan los diferentes tipos de textos (R. Acosta, 1996).

Así pues, la lectura y construcción del sentido textual pone en juego una serie de competencias: Las competencias cognoscitivas (por las que se entiende el desarrollo y características de los esquemas mentales de cada uno); las competencias gramaticales (que conciernen a los conocimientos acerca de las especificidades del lenguaje empleado) y las competencias prácticas (que comprenden los saberes culturales e institucionales que son parte constitutiva de las situaciones de comunicación).

Por esta razón R. Antich, (1988) afirma que "la lectura es un proceso complejo en el cual se relacionan los mecanismos psicofisiológicos con el aspecto intelectual de la comprensión de lo que se lee, puesto que se trata del reconocimiento de la palabra en forma de signo gráfico. La lectura requiere de la realización de operaciones mentales como el análisis, la síntesis, la inducción, la deducción y la comparación, para comprender e interpretar la información escrita", (R. Antich,1988:348), la autora hace referencia entonces al aspecto que consideramos concluyente en la competencia lectora: la interpretación, como un elemento importante en el proceso de la lectura.

Así es de que la lectura no debe ser un simple ejercicio mental; sino que por el contrario debe tener un carácter participativo y dinámico, al educador corresponde la tarea de enseñar a los estudiantes a realizarla, es decir, una lectura donde el estudiante no sólo se limite a la ejecución de las actividades que tradicionalmente ha venido realizando; sino, que implique el ejercicio pleno de sus capacidades intelectuales como un constructor-transformador, para que sea capaz de comprender e interpretar cualquier tipo de texto.

1 comentario:

  1. Hola maestros:
    Estoy visitando y disfrutando de su página.
    ¡Felicidades!

    Saludos

    Oralia

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